El domingo tuve la suerte de poder participar en el 50 Aniversario de la Behobia. No me extraña que ya vayan por la 50 edición. Puedo decir que es una de las mejores carreras en las que he participado.
Aunque el cielo y las previsiones amenazaban lluvia, como alguien me dijo una vez, la lluvia respeta a los valientes y así fue, ni una gota de agua. Hacía fresquito pero el ambiente era tal que ni te dabas cuenta. Las salidas perfectamente organizadas en función de los tiempos de cada corredor. Después de charlar un rato con Macarena y Melo, me tocaba el turno de salir. Tuve la grandísima suerte de que me acompañara Jesús que también había ido este año. No sé cómo lo hago pero siempre me busco unas liebres que son un auténtico lujo J .Así que un poco antes de las 10:45 nos colocamos en la pancarta azul, donde nos encontramos a Ana, para iniciar el paseíllo hasta el arco de salida y a correr. Entre que el inicio de la carrera es llano y que el público animaba gritando mi nombre, hacía difícil mantener la cabeza para controlar la velocidad y no dejarse llevar por el entusiasmo. Pero tenía a mi lado a mi “time keeper” que me iba controlando pero a la vez ganando segundos de reserva para las subidas que estaban por venir. En el kilómetro 7 empezaba lo duro con una subidita larga, larga, larga y pronunciada. Menos mal que era al principio y aunque tuve que bajar el ritmo y con la ayuda de Jesús y de los ánimos del público conseguí superarla con éxito. Luego hasta el km12 a correr a buen ritmo ya que en el km 13 iniciábamos otra vez las temidas subidas. Mirada al frente, cabeza alta y a por ella. Ya empezaba a notar las piernas algo pesadas pero el saber que íbamos bien de tiempos y que luego venían bajadas, me ayudo a poder seguir a buen ritmo. En el km 17 otra subidita al Alto de Miracruz. Ya sólo quedaban 3 kms. Así que había que hacer el esfuerzo final consiguiendo entrar por meta en 1:47:52
Un fin de semana en un entorno y una carrera inolvidables.
Rocío Algora
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