27.12.14

La diferencia


Te levantas de la cama, abres la persiana y la niebla lo inunda todo. Miras el móvil y la temperatura es de uno bajo cero. Hace unos años te hubieras metido en la cama hasta que se te pasara, pero ahora eres diferente, vas a salir a entrenar. Remoloneas un poco para vestirte deseando que en ese tiempo suba algo la temperatura, aunque sólo sea para quitar el signo menos. Vas poniéndote ropa sabiendo que tienes que pasar frío al principio para luego ir cómodo mientras otra vez la idea de quedarte te agarra y tira de ti, pero ahora eres diferente. Ya está todo, guantes, gorro, braga. ¡Vamos allá!.

Hoy es uno de esos días en que hacer 15 kilómetros puede ser duro, que el riesgo de no acabarlos te acecha, pero ahora eres diferente. Activas el garmin y a correr, ya no necesitas mirarlo, hoy sólo tienes que rodar, tus piernas y tu corazón ya se regulan solos, el ritmo lo tienes automatizado, hoy no hay que hacer series, sólo rodar, el recorrido lo conoces a fondo, lo has hecho muchas veces y, aunque la traicionera niebla te agarra y te despista vas reconociendo detalles, el puente, la casa, esa curva, aquél árbol...
Para combatir el frío y la soledad, dejas volar tu imaginación. El río fluye junto a ti sereno, sin prisa, lleno de historias que ha recogido durante siglos y, de repente una catarata de pensamientos inconexos te asalta y van apareciendo ante ti, desordenados un montón de recuerdos, aquellos ojos que te cautivaron para siempre, el recuerdo de aquellos que ya no están, salvo en tu mente, momentos intensos vividos con tus amigos, la dureza de aquella carrera que no hubieras acabado de no ser por los que te ayudaron sabiendo que no podías más pero haciéndote creer que todavía te quedaban fuerzas, los abrazos y besos de tus hijos...

Y, de repente, el reloj te dice que has terminado, que ya has cumplido, sólo la escarcha de tus pestañas y tus cejas te indica que ha sido duro, porque tu alma, sea lo que sea lo que signifique esa palabra, sabe que CORRER ES LA DIFERENCIA

3 comentarios: